sábado, 23 de mayo de 2015

MANIPULACIÓN COMERCIAL EN LOS HIPERMERCADOS.(1) SOBREVIVIR AL ESTRÉS Y A LA ANSIEDAD

MANIPULACIÓN COMERCIAL EN LOS HIPERMERCADOS.(1)  

SOBREVIVIR AL ESTRÉS Y A LA ANSIEDAD


           De nuevo aprovechamos un post publicado en un grupo de Facebook, "Héroes del Pensamiento" para seguir hablando y compartiendo algunas palabras sobre las distintas manipulaciones que sufrimos cada día, casi siempre sin darnos cuenta. Este tipo de situación, en muchos casos puede provocarnos cierta sensación de asfixia, de estrés, de cansancio, de nerviosismo al sentirnos "manejados" en cierta medida. En otras entradas comentábamos el tema en general, en éstas vamos a valorarlo desde el punto de vista particular, en los lugares comerciales. 

manipulación, subliminal, estrés, ansiedad, nervios, malestar, inconsciente


       "Terror en el hipermercado, horror en el ultramarinos, los del merchandising me han influido…"

         Saludos a todas y todos, otro día que voy a seguir dando un poco la lata; con manipulaciones, publicidad, influencias impositivas, el poder de los medios de comunicación y demás. Para que no terminéis un poco hartos del soniquete que he adoptado estas semanas; nos vamos de excursión. ¡Hala! Venga, coged monederos, bolsos, carteras, tarjetas de crédito, modernos "wallet", preparad cestas, bolsas y carritos de la compra; y sin olvidar vestiros (es que íbamos a dar la nota, la verdad, y no nos iban a dejar entrar) nos vamos a comprar al hipermercado (o súper, mega tienda generalista, o lo que sea; que cumpla los términos "grande" y "tienda").

         Dejamos el coche en el parking (recordad el número, letra y/o color de la zona del parking, que luego pasa lo que pasa…) y tomemos uno de esos maravillosos y ágiles carritos metálicos o de plástico, que siempre, siempre, siempre; se desvían hacia la derecha…

         Nos acercamos en unos saltitos, ante una amplia puerta automática, generalmente totalmente transparente. En su cúspide, en letras gráciles, el nombre y emblema del hipermercado, y como mucho un cartel publicitario de un producto u oferta, venida del espacio exterior, inigualable, prácticamente irreal; lo demás es transparencia (a mí me cuesta verdadero esfuerzo controlarme, y no dejar la huella de mi manaza en esos cristales impolutos…).  Al abrirse, además de "regalarnos" con un soplo de aire fresco (si hace calor claro, si es invierno notamos una cálida caricia en la cara…), vamos a atravesar esa especie de frontera delimitada por una iluminación característica, mientras nuestros oídos son reconfortados en la lejanía, por distintos tipos de musiquillas; adornadas por algunas "cuñas" habladas por la voz de una joven y agradable señorita, que nos informa de las grandes ofertas y ventajas, de haber acudido allí.

         Hemos atravesado la barrera, entramos en un mundo distinto al diario. No hay barreras físicas que nos impidan el paso, no hay aduana; pero gracias a todo esto que hemos comentado, nuestro inconsciente nota que ha habido un cambio.
         Digo el inconsciente, porque el consciente no suele darse cuenta de esto, salvo que esté avisado (en estos momentos me encargo de ello, jejeje.).

         Todo está estudiado, planificado, investigado, probado y evaluado por los profesionales, técnicos y técnicas de lo que se llama el "merchandising", en castellano, "mercadeando", mercadeo o similar. Desde la disposición de los distintos aparcamientos, los metros a recorrer hasta la entrada de la tienda, el acceso a los famosos carritos, el difuso mensaje de "transparencia" impoluta de esa inmensa puerta, el estímulo de la tipología de letra y colores de la marca, esos notorios cambios de temperatura; el calor, color, calidez, saturación de la iluminación, el aire perfumado con determinadas fragancias, y la música. Si somos observadores, notaremos que en determinados horarios, o con el establecimiento más o menos lleno de compradores; varía en tono, ritmo, estilo…

         Visitamos un "hiper" con acceso directo desde el aparcamiento; otros están dentro del conjunto de centros comerciales más grandes (de los que hablaremos en siguientes posts) pero siempre marcando esa "frontera". Vamos a adentrarnos en la sala de ventas. Como os acompaño, por lo menos vamos dos personas. Así que yo me encargaré de ir empujando el carrito, que aunque pudiera parecer que es incómodo para mi espalda maltrecha; apoyarme en él con manos y antebrazos descargando el peso del resto del cuerpo; compensa, aunque la dirección del armatoste haya que ir cambiándola de forma continua. Vosotros llevaréis esa lista de compra que vamos conformando con las necesidades más o menos básicas de alimentos y objetos; productos de consumo en general, que precisamos. También sois los encargados de encontrarlos, cogerlos y depositarlos en el carrito. Tenemos repartido el trabajo; y tenemos muy claro qué tenemos que comprar, ¿O no?

         No, resulta que decenas de estímulos nos impulsan a llevarnos más cosas de las que necesitamos. Van a influirnos a través de cualquier estímulo sensorial, psicológico; o técnica, que promueva la venta por impulso. En resumen "truquitos" conocidos y bien conocidos por todos esos profesionales; para estimular el mercadeo. Tampoco nos agobiemos, conocer todas estas cosas puede estimular que seamos más críticos, menos manipulables y algo más conscientes para adquirir realmente lo que necesitamos. Es la realidad de todos los días, y la que tendremos. Y recordad, que esos mismos técnicos y profesionales, también acuden a hacer la compra…

manipulación, subliminal, estrés, ansiedad, nervios, malestar, consciente



         Cuando hablamos de "merchandising", con este anglicismo englobamos una serie de técnicas que tratan de disponer cada elemento del supermercado de un modo concreto; ubicar los productos de tal manera que, sin darnos cuenta nos llamarán la atención. El color de los envases, la presentación del embalaje, caja, botella, el precio (y el cartel informativo), la colocación en las estanterías, dónde se sitúan esas estanterías (se suelen llamar góndolas, en términos técnicos), qué productos se sitúan en las cabeceras de esas góndolas, qué dirección nos "marcarán" hasta encontrar los productos imprescindibles, qué temperatura hará en cada sección de la tienda, ofertas, promociones con personajes famosos, azafatas/os que ofrecen una cata o uso de un producto… El objetivo no es otro que engordar esa lista de la compra que traíamos de casa, en la que también han influido sin que nos demos cuenta con esos folletos que nos "buzonean"(muchas veces acudimos por las dos o tres maravillosas ofertas que nos presentan, y salimos con el carrito lleno y la cartera tiritando…), con algún anuncio televisivo o esa "recomendación patrocinada" que nos regala Facebook (por ej.) cada vez que repasamos el muro de "Héroes"…



OTRAS ENTRADAS:

http://artesanocuerpomente.blogspot.com.es/2015/05/mensajes-subliminales-manipulacion1.html

http://artesanocuerpomente.blogspot.com.es/2013/08/mapa-de-los-puntos-reflejos-en-las.html


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