jueves, 4 de diciembre de 2014

AMBIENTES AGRADABLES Y SANOS, CON ACEITES ESENCIALES. AROMATERAPIA.

AMBIENTES AGRADABLES Y SANOS, CON ACEITES ESENCIALES. AROMATERAPIA.
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                Los aceites esenciales y sus aromas se han utilizado desde tiempos inmemoriales, en el hogar; en las habitaciones como forma de crear, con su aroma, un ambiente agradable. Con sus perfumes y aromas, actúan sobre nuestro sistema nervioso.

      Muchas veces nos hacen recordar acontecimientos asociados a ese olor, además estimulan la distintas funciones del organismo; a nivel sensorial y extrasensorial.

                Principalmente utilizamos tres métodos para crear estos ambientes, a través de un quemador, en pequeños colgantes de cerámica; o como velas perfumadas.

                Los efectos principales que producen cuando los utilizamos de esta manera, es calmar la mente de pensamientos cotidianos; relajarnos, evitar altas cargas de estrés. Ayudan a tener claridad mental, profundizan y serenan  la respiración; equilibran la energía vital, además de armonizar nuestra energía con la del ambiente.

                El método más utilizado de los indicados, para utilizar los aceites esenciales en cualquier estancia es un quemador. Consiste simplemente en calentar con una vela (cuidado con el uso de velas dentro de casa, hay que extremar todas las precauciones) un pequeño cuenco de cerámica, dónde se colocan unas gotas de agua, y de 5 a 10 gotas de aceites esenciales. Utilizando los aceites de esta manera o de cualquier otra, no debemos mezclar aceites esenciales que tengan efectos opuestos. Tampoco utilizaremos más de tres o cuatro aceites, al mismo tiempo; y obviamente la mezcla debe ser agradable para la persona.

                Más o menos utilizando este mismo sistema, encontramos colgantes de cerámica porosa que pueden llevarse colgados del cuello. Hay personas que llevan un pañuelo impregnado con unas gotas de su aceite elegido.  También podemos encontrar unos aros de cerámica, que se colocan en las lámparas y o radiadores; donde se colocan los aceites y con el calor de la bombilla (por ejemplo) se van evaporando al ambiente de  la habitación.

                También muchos aromas se diluyen en aceites base para utilizarlos como perfume.

                El uso de los aceites esenciales de esta manera, se ha utilizado desde los comienzos de la humanidad. Principalmente para obtener beneficios cómo incrementar la concentración, purificar ambientes enrarecidos; mejorar funciones corporales y/o psíquicas.

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                También en culturas orientales para armonizar las distintas energías.

                Un ejemplo muy claro lo tenemos en el uso del aceite esencial de lavanda, que lleva utilizándose durante siglos. Casi todo el mundo conoce sus efectos sedantes, relajantes, que ayudan a equilibrar estados emocionales; como el estrés, la ansiedad y la depresión; además favorece la respiración. Hablamos de olores en armarios, en sales y geles de baño, suavizantes para la ropa, jabones...


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