¿CÓMO PODEMOS COMBATIR EL MIEDO? SOBREVIVIR AL ESTRÉS Y LA
ANSIEDAD.
Terminamos con la última parte de las entradas relacionadas con el el miedo...
Expresando emociones. Sentimientos, vivencias.
¿Describir sentimientos y emociones puede ser una
estrategia eficaz para combatir el miedo? ¿Podría ayudarnos a sentirnos menos
ansiosos y a controlar el temor?
Esto se lo
plantearon investigadores de la UCLA, quienes sugieren que "etiquetar"
las emociones, justo cuando las estamos experimentando; ayuda a eliminar el
miedo.
Cogieron a
cuatro grupos de personas, que se iban a acercar a una enorme y amenazadora
tarántula, dentro de un recipiente abierto. Podían acercarse al bicho cuanto
quisieran, e incluso tocarlo si querían.
A un primer
grupo se le pidió que describiesen las emociones que estaban experimentando y
que etiquetasen sus reacciones ante la tarántula. Por ejemplo, podían decir:
"estoy ansioso y asustado porque esta araña me resulta aterradora",
"qué asco me produce": "me repugna". Le pusieron nombre, a
lo que sentían. A un segundo grupo, les insistieron en que tenían que usar
términos más neutrales, que no transmitiesen su miedo o asco. Intentando así
que la experiencia pareciese menos amenazante. Podían decir, por ejemplo:
"esa pequeña araña no puede hacerme daño, no le tengo miedo". Este es
el enfoque con el que normalmente intentamos combatir el miedo, minimizando las
cosas que tememos; e intentando convencernos de que el miedo no existe.
En un tercer
grupo, los sujetos simplemente debían decir algo irrelevante, y en un cuarto
grupo; las personas debían mantenerse en silencio.
Se pudo
apreciar que las personas del primer grupo (los que reconocieron el miedo y
verbalizaron sus emociones) se acercaron más a la araña mostrando menos miedo.
Los propios investigadores se quedaron asombrados, de que una intervención tan
mínima; produjese resultados tan sorprendentes.
miedo, estrés, ansiedad |
¿MINIMIZAR O RECONOCER LOS MIEDOS? ¿CUÁL ES LA MEJOR
ESTRATEGIA? EL PODER DE LAS EMOCIONES.
Así que el
grupito de la UCLA manifestó, que el simple hecho de reconocer nuestras
emociones y expresarlas verbalmente; se convierte en un proceso de transición.
Que permite concientizar (tome conciencia acerca de algo que le ocurre a sí
mismo, o que sucede en su entorno; y de alguna manera puede verse afectado, o
simplemente; sin necesidad de sentirse afectado, puede desde su lugar colaborar
en la transformación de eso que está ocurriendo a su alrededor) lo que sucede; dándole
un sentido a lo que estamos experimentando. Cuando tenemos una explicación a
mano, la sensación de control aumenta y eso genera seguridad y confianza.
La nota
curiosa y hasta divertida, fue que
mientras más palabras negativas se usaban; menos miedo experimentaban las
personas y más se acercaban a la araña. Digo lo de divertido, porque imagino la
hipotética escena, donde más de uno de los participantes; a voz en grito
pelado, le llamaban de todo a la pobre araña. Espero que no acabara
traumatizada…
En otras
palabras, la descripción de la tarántula como una realidad aterradora; fue muy
beneficiosa para combatir el miedo que inspiraba.
Este
experimento, pretende un cambio de paradigma muy interesante. Porque la mayoría
de las personas intentan combatir el miedo, convenciéndose de que éste no
existe. Sin embargo, nuestro cerebro no es tonto y no siempre podemos
convencerlo, de que las reacciones fisiológicas que está percibiendo no se
deben al miedo. Tendremos que intentar cambiar, y por qué no; incluso insultar
altaneramente al estrés y a la ansiedad que nos corroe. Personalmente estoy
convencido. No toleraré al estrés que me robe ni un solo segundo de felicidad
en esta vida, tenga consecuencias o no.
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