lunes, 31 de marzo de 2014

Hipnoterapia Clínica, Relajación profunda, Auto-hipnosis. TEXTO 1


Hipnoterapia Clínica, Relajación profunda, Auto-hipnosis. TEXTO 1

            La hipnoterapia clínica, y su herramienta, la hipnosis, la relajación profunda; es una antigua técnica terapéutica, utilizada por multitud de psicólogos, psiquiatras, neurólogos (y hasta Estomatólogos) para lograr mejorías en la salud de muchos pacientes. Stanford, asociaciones médicas americanas o inglesas, la universidad de Cambridge, Harvard o la Complutense de Madrid, la utilizan en psicoterapia. La hipnoterapia es aplicada como tratamiento paliativo del dolor, la ansiedad, algunas adicciones, reducir el estrés...

         La hipnoterapia nos sigue causando asombro e inquietud, pese a que probablemente sea tan antigua como el hombre. ¿Por qué? Desde mi punto de vista, provoca ese temor, porque nos permite enfrentarnos a la frontera entre lo conocido y lo desconocido (cada día menos, la verdad), lo superficial y lo íntimo, lo útil y lo inútil de la mente humana; de ahí que siempre haya provocado tanta controversia.
         Además, su uso siempre se ha visto desde dos lados totalmente opuestos: el espectáculo, la magia de supuestos poderes prodigiosos; y el mundo académico-científico que ha reconocido, investigado en parte, y experimentado; su indiscutible valor clínico.
         Muchas personas, al escuchar la palabra hipnosis, mediatizadas por los espectáculos que han visto en televisión, en teatros; piensan en magia. Suelen imaginarse a un señor cariacontecido, gesticulante, con mirada ceñuda, fija y amenazante dirigida al individuo que va a ser hipnotizado. Delante de muchas personas va a ser ridiculizado haciendo el perrito o quemado con un cigarrillo sin que le duela, mientras el "mago" gesticula y da órdenes y todo el mundo se ríe. "Duerme, duerme", "obedecerás mis órdenes", "harás lo que yo diga", etc...
Eso no tiene absolutamente nada que ver con la hipnosis, ni con su uso para lograr un beneficio físico o psíquico en una persona, la hipnoterapia clínica. Eso es un espectáculo de variedades, un montaje, una representación escénica, como queramos llamarlo. 


         Por todo esto, la hipnosis ha sufrido a lo largo de la historia numerosos eclipses, épocas en que la valoración creció, o cayó en el peor de los descréditos. Como cualquier otra herramienta que podamos usar, todo dependerá del uso que pretendamos darle, un destornillador desde luego no sirve para apretar tuercas…
          El hecho es que nunca ha dejado de sorprendernos, intrigarnos, causarnos perplejidad e incitar nuestro interés. Ha sido objeto del estudio científico, demostrada y utilizada. Aunque no tanto como nos gustaría, en gran medida a los grandes intereses económicos que determinadas empresas podrían perder: ¿se imaginan que simplemente relajándonos profundamente, superáramos el insomnio, la ansiedad, el estrés…, y dejáramos de utilizar otros tratamientos?
  Podemos decir que nuestra mente vive en dos estados normales: la vigilia y el sueño. El hipnoterapeuta AYUDA, repito AYUDA, y ACOMPAÑA a otra persona; en una comunicación entre ambos, llena de confianza, respeto y conocimiento; como personas únicas, especiales y distintas que somos. Para conseguir los máximos efectos en calidad y cantidad de esa relajación profunda, el profesional que acompaña debe conocer a esa persona que va a caminar a su lado: sus necesidades, problemas, forma de ser, miedos, temores, qué objetivo pretende con la hiponoterapia.

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