CREER EN NOSOTROS MISMOS (2)
SOBREVIVIR AL ESTRÉS Y A LA ANSIEDAD.
En la última entrada, valorábamos qué es eso de "creer en uno mismo" tener confianza en la propia persona. Algo que no es genético (o sí, podría ser), que
por regla general aprendemos. Vamos a acabar con el tema con uno pocos párrafos
más.
La
autoconfianza es una cualidad que comienza a desarrollarse en la infancia. Más
o menos en el momento en que nos damos cuenta, de que somos una persona
independiente; comenzamos a formarnos (o la vamos construyendo) una idea de
quiénes somos. Esta imagen de nuestro “yo”, en un alto porcentaje, está marcada
por la idea que los demás puedan tener de nosotros. Si nuestros padres eran
personas que tampoco confiaban en si, es probable que hayamos aprendido; estas
maneras derrotistas. Incluso si los progenitores eran personas muy protectoras,
cercenando de raíz cualquier oportunidad de iniciativa, de equivocarse. Y no
hablemos de personas que utilicen a menudo frases denigrantes del tipo "no
vales para nada" o "tú no sirves para esto", "esto está
fuera de tus posibilidades". Si este
tipo de patrón se repite a lo largo del tiempo, esa "futura" persona;
crece con una imagen negativa de sí mismo. Le faltará confianza, no creerá en
sus posibilidades; no asumirá retos ni se sentirá a gusto consigo mismo.
confianza, pensamiento, positivo, estrés, ansiedad, depresión, |
También las
causas de la falta de confianza, no siempre radican en la niñez. Influyen mucho
las experiencias de vida, asumidas como fracasos serios. Cuando alguien piensa
en términos de “todo o nada”, y entiende los errores como algo negativo; no
como posibilidades de aprender o de mejora; una serie de fracasos (o incluso un
par), puede terminar minando su fe en si mismo.
Podemos creer
en nosotros mismos, tener un cierto grado de confianza, y hasta aumentarla.
Expertos y conocedores de este tema recomiendan:
- Aprender a amarnos, a querernos.
El amor, en el
sentido más amplio del término, hace maravillas. Si nos aceptamos como somos,
con nuestras virtudes y carencias; tendremos más confianza en las propias
capacidades, y habremos detectado qué podemos mejorar. Dispondrás de nuevas
fuerzas para afrontar nuevos retos.
Por esto, es
importante no compararse con otros; debemos comprender que somos únicos, tanto
o más que los demás. Entender que gracias a esas diferencias, la humanidad
dispone de tanta riqueza y variedad en la especie.
Incluso, este
"quererse" puede dar un vuelco radical a la vida.
- Tener paciencia.
Las cosas no
cambian así como así, de un día para otro. Si durante años has dudado de tus propias
capacidades, por arte de magia; no te conviertas en una persona segura de sí. Todo
lleva su tiempo, marcado por altibajos, por momentos de dudas y retrocesos. La
clave está en ser paciente y no desistir. Es algo que hay que trabajar todos y
cada uno, de los días. Hay que tener claro, que algunas veces el desánimo nos
embargará. En esos momentos oscuros, mentalmente coloca en una balanza tu
realidad; y por otro lado cómo podrás sentirte logrando tu meta. Probablemente
encontrarás motivación para seguir adelante.
- Evita que te etiqueten.
Los humanos
tenemos una marcada tendencia a etiquetar a los demás, y a nosotros mismos;
muchas veces influidos por lo que reflejan "los otros" de nuestra
persona. Esas opiniones negativas que muchas veces, nos dejan entrever; son
limitantes. Intenta que los demás no te digan qué puedes y no puedes hacer (no
hablamos de transgredir el código penal ¿eh?), el que mejor te conoce; debes
ser tú mismo. No hay nada peor que llegar al final del camino, y preguntarse
qué habría pasado; si te hubieras atrevido.
- Paso a paso.
Muchas veces
pensar en grandes objetivos, y en el camino que se perfile por delante; que
queda, asusta. Plantéate objetivos parciales más pequeños, intenta ser
realista. Y cuando consigas ese pequeño triunfo, disfrútalo. Cada paso te hará
acercarte a esa meta, y te motivará. Los grandes saltos para los canguros,
vamos.
- Presente, presente y presente.
Aprende del
aquí y el ahora. Vívelo. Céntrate en él. El pasado está bien recordarlo, pero
es un tiempo pretérito. Los fracasos anteriores no deben limitarte, y mucho menos el miedo a esas anteriores experiencias; haga que te limites. En el presente, construyes tu camino vital. Que no hayas logrado algo, no significa que no puedas hacerlo, con esfuerzo.
Por hoy, ya no
aburro más. Un saludo para todos/as.
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