CREER EN NOSOTROS MISMOS (1)
SOBREVIVIR AL ESTRÉS Y A LA ANSIEDAD.
¿Alguno de nosotros nace con confianza
en si mismo? ¿Lo heredamos de nuestros progenitores? O por el contrario, ¿es
algo que se aprende? Si es así ¿es algo que se asimila gracias a la educación,
el entorno; el medio en el que nos desarrollamos? En el lado contrario, y
realizando las mismas preguntas ¿se puede ser indiferente a uno mismo?
Sí, amigos. Vamos a compartir
algunos párrafos, sobre algo que puede parecer un don personal. Creer en uno
mismo, disponer del suficiente grado de auto confianza, para plantearnos metas,
objetivos, en la vida. No sólo para esbozar un camino, sino alcanzar ese
objetivo; y sentirnos bien, complacidos con nosotros mismos (lo logremos o no,
muchas veces ser capaces de intentarlo es más placentero y enriquecedor; que la
consecución del premio). En resumen, disponer de confianza en nuestra persona.
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La confianza, es la creencia en que una
persona (o grupo) será capaz de llevar algo a cabo; y que anhelará actuar de una determinada manera, que considerará como adecuada, en un tiempo más o menos marcado; en el marco de unos pensamientos definidos. Esta confianza se verá más
o menos reforzada, en función de las acciones; de los medios, del entorno, de
las satisfacciones intermedias…
Es como una especie de hipótesis que
realizamos en nosotros mismos o en el prójimo. Una especie de apuesta, una
estimación, un "órdago"; que planteamos sobre nosotros
prospectivamente (o sobre los demás). Y eso, que aunque, por regla general; no
seamos conscientes de ellos, vivimos en una continua situación de
incertidumbre; de continuo cambio. Pero al creer en uno mismo, realizamos una
especie de suspensión temporal de esa incertidumbre; sobre nuestras acciones.
Creer en uno mismo, disponer de
un grado de auto-confianza; es esencial para dar un paso: arriesgarse.
Embarcarnos en nuevas experiencias. Permite que nos desarrollemos, maduremos y
crezcamos. Si creemos que podemos, arriesgaremos mucho más; nos esforzaremos de
otra manera, que si pensamos que somos incapaces de hacer algo. Nunca sabremos los potenciales que podríamos
llegar a desarrollar, si no nos atrevemos a explorar nuevos caminos.
Creer en uno mismo, es uno de los actos
más positivos que le podemos regalar a nuestra persona, porque si tú no crees
en ti, tampoco lo harán los demás.
Cada tipo de personalidad tiene
su lado bueno y malo, ninguna es mejor que otra. Cada persona es distinta, única, por lo que se hace necesario aceptarnos tal y como somos; para que todo
ese potencial que llevamos dentro salga al exterior, se manifieste.
Las personas que no creen en si mismas (en un mayor o menor grado) prefieren quedarse en su zona de confort. Esa especie de burbuja, o territorio propio marcado y delimitado; en el que nos sentimos seguros. Pero casi siempre, no están cómodos del todo; al creer que no serán capaces de luchar por sus sueños. Bastantes de estas personas, acaban sintiéndose insatisfechas, repletas de "me hubiese gustado", "habría querido" y de "debería".
Esa confianza no es algo que se
herede, que nazcamos con ella. A creer en uno mismo, aprendemos y desarrollamos
a lo largo de la vida. Es una cualidad (de las que disponemos, entre otras…)
importante, ya que no sólo permite plantearnos metas, más o menos ambiciosas y
alcanzarlas; sino también sentirnos bien con nosotros mismos, incluso si no
llegamos al objetivo; o no lo cumplimos en su totalidad. También algunas
personas son indiferentes a esa confianza. Viven un vacío emocional. Y esa
indiferencia, provoca inseguridad, incertidumbre y casi siempre a la larga
provoca soledad. Así que si conocéis a alguien que sufra de esa indiferencia a
sí mismo, no le vendría mal que lea el post.
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