miércoles, 15 de julio de 2015

¿EL QUIROMASAJE REDUCTOR ES LO MISMO QUE EL DRENAJE LINFÁTICO?

¿EL QUIROMASAJE REDUCTOR ES LO MISMO QUE EL DRENAJE LINFÁTICO?


         Digamos que son técnicas de quiromasaje con movimientos y actividades similares, pero que tienen diferencias. Además en particular, difieren en el objetivo por el que aplicamos estas técnicas manuales. Entender sus diferencias, es fundamental para obtener una mayor eficacia en su uso. En otras entradas hemos hablado sobre temas relacionados.

drenaje linfático, edemas, celulitis, quiromasaje, masaje, estrés, masaje reductor

         En general, los quiromasajes englobados como "drenaje linfático" son técnicas muy usadas hoy en día, principalmente por las aplicaciones estéticas, además de las propiedades terapéuticas, y de beneficio para la Salud.

         El principal objetivo de estos masajes y técnicas manuales, es favorecer el funcionamiento fisiológico del sistema linfático (tan importante como el sistema arterial o venoso) para eliminar toxinas, reducir edemas (elimina los líquidos intersticiales acumulados entre las células), combatir la celulitis, el depósito subcutáneo de grasas inútiles; y es un gran aliado en el proceso de pérdida de peso.

         Resumiendo, a través de distintas maniobras, técnicas y movimientos de las manos estimulamos el funcionamiento normal y adecuado del sistema linfático. No obstante, muchas personas confunden el drenaje linfático centrándose sólo en la idea, de valorarlos como un quiromasaje reductor de la grasa subcutánea y de la celulitis.

         Como profesional del quiromasaje, soy un firme defensor de estas terapias manuales, y casi siempre las utilizo en otros tipos de quiromasaje (terapéutico, circulatorio, Cyriax…) ya que considero que hay que favorecer la naturaleza de la anatomía humana. No me parece adecuado trabajar en un masaje circulatorio, por ejemplo cuando hay varices; sin complementarlo también con maniobras de drenaje linfático. Ya que me interesan los mejores resultados posibles.

         Cuando alguien se pone en manos de un profesional debidamente capacitado y formado, suele acudir demandando un tipo específico de quiromasaje. Usando el caso de las varices, desea que la circulación sanguínea de las piernas mejore, se elimine las más que probable hinchazón (edemas, retención de líquidos) y no sentir dolor o las piernas tan cansadas. Un buen profesional tendrá en cuenta esto, y será su objetivo; pero si en el transcurso del quiromasaje detecta una contractura, o un mal funcionamiento linfático, igualmente intentará mejorarlo. Además, el quiromasajista, siempre busca con sus técnicas; conseguir el mayor grado de relajación de cada persona posible (se obtienen más y mejores beneficios terapéuticos, fomenta la circulación sanguínea y una mayor oxigenación de las células, fomenta el descanso de cuerpo y mente…). Por todo esto, aunque un quiromasaje tenga un objetivo primordial, durante su curso el terapeuta puede añadir otros objetivos secundarios; sin olvidar el principal.


         En la próxima entrada, distinguiremos más entre drenaje linfático y los quiromasajes reductores.



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