sábado, 20 de junio de 2015

DISFRUTAR DE UNA BUENA DIGESTIÓN (2). HÁBITOS SANOS.

DISFRUTAR DE UNA BUENA DIGESTIÓN (2). 

HÁBITOS SANOS.

digestión, hábitos, sanos, estrés, ansiedad, nervios, alimentación



         Terminamos con la entrada anterior, enla que comentábamos las distintas causas de muchos problemas en el aparato digestivo, ya que son situaciones que afectan a muchas personas; además en esos problemas digestivos influían sobremanera el estrés, los nervios, estados de ansiedad

         Acabábamos con algunos trucos, algunas combinaciones en la entrada anterior, que podían ayudarnos a tener mejor digestión. Desde luego existen muchas posibilidades, pero como siempre; el hecho de ser distintos, especiales a los demás, hace que cada persona deba valorar como reacciona su organismo.

Se suele recomendar evitar las mezclas lo menos posible, y si lo hacemos que sean familias comunes de alimentos.

         En síntesis, frutas solas, verduras con carbohidratos, verduras con proteínas y grasas saludables acompañando a ambos. Son muy recomendables los productos orgánicos.

         Debemos evitar comidas con grasas saturadas, para equilibrar el exceso de omega 6 y huir del consumo de grasas industriales. Hay que aprender a distinguir entre grasas beneficiosas y grasas perjudiciales.

Las "grasas" saludables son las ricas en omega 9 y en omega 3, como el aceite de oliva, aceite de lino, aceite de sésamo, aguacates, sésamo, lino, coco, almendras o nueces.

         También sería aconsejable eliminar el consumo de azucares refinados y harinas o pastas blancas (incluye dulces, pasteles y platos hechos con estos ingredientes). Tender a tomar azúcares naturales como la miel o azúcar de caña integral. Si tomamos edulcorantes ser exigentes, la Stevia pura es la mejor opción.

         A ser posible todos, o la gran mayoría de alimentos deberían ser integrales y orgánicos. Es lo que marca la diferencia entre comer sano y comer mucho peor, con las distintas consecuencias para la digestión. No obstante, muchas veces no podemos disponer de la variedad de alimentos necesaria, que además suelen ser mas caros, así que a pesar de todo debemos ser exigentes con lo que compramos.

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         No debemos abusar del café, alcohol o bebidas gaseosas y a ser posible aislarlos del proceso digestivo. Los jugos y bebidas mejor sin azúcar añadido y que la base de nuestra hidratación sea el agua normal. Ayudarse después de comer con una tisana de manzanilla, anís o menta es mucho más digestivo que tomarse un café con leche.

         Es valioso tomar una buena parte de verduras crudas en ensalada. En realidad el 75 % de la dieta debería ser crudívora.
         Las verduras frescas poseen muchos enzimas necesarios para la digestión. Las altas temperaturas al cocinar terminan con los enzimas. Tampoco nos ayudan mucho los alimentos congelados.

         Siempre es útil consumir algunos productos fermentados para mantener y repoblar la flora intestinal. El yogurt casero o el kéfir son productos muy validos para este fin, pero también es posible fermentar verduras para aprovechar sus propiedades. Pueden ser semillas o leguminosas germinadas artesanalmente.

         Hay otros factores como la relajación, la concentración, el descanso, el ejercicio físico, además de los que pueden recomendarnos los profesionales debidamente capacitados para ello, como el consumo de complementos enzimáticos, pro-bióticos…




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