LA LEY DE PARETO, O DEL 80:20
SOBREVIVIR AL ESTRÉS Y A LA ANSIEDAD (1)
mente, estrés, ansiedad, resultados, energía, vida, personal, calidad |
Mi naturaleza curiosa y crítica, en multitud de ocasiones me ha llevado lejos de la propia capacitación profesional, antes de acabar los
estudios curriculares; y espero que lo siga haciendo el resto de mi camino
vital.
Esta curiosa
regla, cotilleando algunos blog de marketing y del tan de moda coaching; la he
encontrado mencionada. La verdad es que la descubrí hace tiempo, en unos cursos
sobre Calidad y de técnicas de marketing. Hoy en día parece que resurge con
fuerza a la hora de analizar distintas situaciones personales, disciplinas y
sectores de la sociedad.
Vilfredo
Pareto fue un sociólogo y economista italiano del siglo pasado, que observó que
la gente en su entorno se dividía naturalmente entre los «pocos de mucho» y los
«muchos de poco», dividiéndose en dos grupos de proporciones aproximadas de
80:20. El grupo minoritario, formado por
un 20% de población, ostentaba el 80% de algo y el grupo mayoritario, formado
por un 80% de población, el 20% de algo (sobre riqueza económica en particular,
suele ser 90:10…)
Años más
tarde, J. M. Juran; uno de los pioneros del movimiento por la Calidad Total en
los años 40, estableció la existencia de un principio universal que denominó
"los pocos esenciales y los muchos triviales" y acuñó el término de
la susodicha ley. Juran y discípulos, tras multitud de ensayos e
investigaciones; estableció que el 20% de los defectos causaban el 80% de los
problemas. Así por un lado tenemos la misma proporción, con dos visiones
iguales; una valorada desde el lado positivo y al contrario.
A posteriori,
en distintas áreas del conocimiento, variedad de escenarios, e incluso en el
ámbito personal e íntimo; otros expertos e investigadores observaron fenómenos
similares. Parece tener aplicación en prácticamente todos los campos en los que
la pongamos a prueba y ha sido estudiada y demostrada numerosas veces por las estadísticas.
Resumiendo, se
trata de una ley que dice que el 80 por ciento de los resultados de algo,
dependen del 20 por ciento del trabajo que se realice. Es decir, que la mayoría
del tiempo no se trabaja directamente para conseguir el objetivo sino que se
dan rodeos. En un trabajo de 8 horas suelen ser 2 horas (1,6 para ser más
exactos) concentradas las que añaden verdadero valor al resultado; el resto se
reparte en otras actividades periféricas o menos relacionadas con la consecución
del resultado final. Es decir, que realizamos el 80% de nuestras tareas en el
20% de nuestro tiempo, y tardamos el 80% del tiempo restante en hacer solo el
20% de lo que nos queda por hacer.
¿Y si
aprovechamos esta regla en nosotros mismos, en nuestra vida personal?
Con un
objetivo: optimizar nuestra vida, nuestras energías y nuestro tiempo. Por esta
ley podríamos tener más tiempo libre y sobre todo, disfrutarlo. Muchas veces,
en particular a la hora de valorar y mejorar nuestras vidas, valoramos que los
tiempos que necesitamos para conseguir algunos objetivos; son tan largos que
incluso hace que desistamos sin ni siquiera probar.
Cuando en los post, llego a estos puntos, me refiero al momento que planteo algún tipo de iniciativa o actividad; que pueda sernos útil a alguno de nosotros, siempre
tengo el mismo pensamiento. Os imagino pensando, "ya está aquí el listillo
de los martes, planteando cosas utópicas o que ya me gustaría poder hacer a
mí". Estoy de acuerdo, muchas veces parece que muchas de mis palabras o
propuestas son inalcanzables. Pero creo, que simplemente el hecho de hacer el
planteamiento, que pensemos en ellos; puede significar un primer paso para
mejorar. Desde luego, en la mente de todos, al igual que en la mía; tenemos una
serie de obligaciones, responsabilidades, etc., a las que parece imposible
aplicar esta regla. No obstante, pudiera ser que no a la totalidad; pero sí a
alguna de sus partes…
Seguiremos en la siguiente entrada.
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