miércoles, 27 de agosto de 2014

AMIGOS, AMISTAD, FELICIDAD. EJERCICIO DE CATARSIS (2) LUCHAR CONTRA EL ESTRÉS

AMIGOS, AMISTAD, FELICIDAD. EJERCICIO DE CATARSIS (2) 

amigos, amistad, felicidad, estrés, ansiedad

LUCHAR CONTRA EL ESTRÉS


              Continuamos con la anterior entrada, que están relacionadas con un "post" publicado en el grupo de filosofía "Héroes del Pensamiento" en Facebook, centradas en combatir, desenmascarar el estrés, la ansiedad, la depresión; con el interés de superarlos y alcanzar el relax.

          Vivir me ha moldeado a día de hoy, con sensaciones, emociones, personas, situaciones y algunas docenas de cosas más. Como a cualquier persona que os imaginéis, ni más ni menos que a otras. Con problemas similares, con carencias, con virtudes, con vicios… Fui un bebé rechoncho y moreno, tuve una infancia (no sé si mejor o peor que la de otros semejantes; pero fue la mía; bueno, la verdad es que conozco infancias infernales) una adolescencia (aquí repetiría lo mismo que en el anterior paréntesis) y se supone que pasé a ser adulto, aunque la responsabilidad y demás cuestiones relacionadas con la etapa, creo que todavía no acaban entrando en mi ser (más paréntesis como los anteriores, "de paréntesis a paréntesis y tiro porque me toca").
         Desde siempre, mi objetivo en la vida ha sido ser feliz, en mayor o menor grado; por lo menos intentarlo. Me parece que debería ser el de todos, con unos u otros fines, pero también incluyendo felicidad; aunque cada persona sea distinta,  única.
        
         Y me he relacionado, compartido, sufrido, disfrutado con algunas personas. De ese grupo, sobresale por encima de todo un reducido grupo de 5-6 semejantes: mis AMIGOS. Con todas las letras en mayúscula, y con absolutamente cualquier significado positivo y maravilloso que tenga la palabra AMISTAD.
         Este término nunca lo uso en vano. Mis amigos (sale el egoísta otra vez…) son tan importantes como mi propia existencia. Son únicos, especiales, irrepetibles, únicos. Están siempre conmigo, y lo harán estén físicamente en mi vida, o no; hasta el último de los segundos. Cada uno es dueño de un pedazo de mi corazón, alma y pensamiento; y siempre será así hasta el final. Y me gustaría que a ellos les pasara igualconmigo, no me gustaría; sé que así es. Tienen un lado más agradable u otro quelo es menos, pero los quiero por ambas vertientes; son como son (los amigos "a medida" no existen, y si aparentan serlo; más que amigos, lo que son es "interesados", más bien) están cuando no hay nadie, damos y recibimos. Basta una sonrisa, una mirada, un tono de voz…, para hacernos felices aunque sea unos segundos. Si reímos, lo hacemos juntos, si sufrimos; también. Ayer, hoy y mañana. Estemos al lado, o en la lejanía. Suena bucólico, y algo "empastelado" pero no me importa.

         Buscando algo filosófico, que los "héroes" puedan llevarse a la boca, he hecho examen de conciencia sobre el concepto de amistad que tengo interiorizado. Lo poco que se me ocurre, está relacionado con Tomás de Aquino influido por su segundo Dios Aristóteles (nota: he quitado el San, aunque por mi parte dicho término, tiene un significado de alguien especial, de mente más evolucionada o que vive algo único; a la de su especie en ese momento, santo o no) con alguna que otra influencia de Platón. Comparto su concepto de felicidad, la búsqueda de la verdad y la justicia, la elección de una conducta, que disponemos de un alma intelectiva, inclusiva; que estamos ligados a la naturaleza a través de impulsos: supervivencia, procreación, necesidades vitales…; pero que a diferencia de los animales, somos conscientes de ello (o deberíamos serlo ja ja, conozco individuos que desde luego no lo son). Ya se encargarán mis compañeros filósofos, de darme cachetes entre las orejas y demás, si consideran que puede haber explicaciones mejores sobre la amistad.

         Alguno me acompaña no hace mucho tiempo. Otros lo hacen prácticamente desde el principio. Me ilusiona pensar que en cualquier momento, cuando menos lo espere; la vida me regalará y enriquecerá con una persona que será amiga.

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         Unos han quedado en el camino. Desde que nacieron sufrieron y lo pasaron treméndamente mal (pasamos sería más correcto, la verdad). La energía vital de uno debe andar de galaxia en galaxia, jugando al ajedrez, con la cabeza llena de mates y embelesándose con el brillo de ignotas estrellas. También los hay, que a pesar de tener una infancia y adolescencia horrorosa, han conseguido (hemos, también sería adecuado) capear el temporal, superarse, aprender y seguir caminando hacia el futuro (caminamos, más bien…). Ha habido y hay, buenos, muy buenos y maravillosos amigos. Han sufrido dolor y enfermedades (hemos…, vale dejo ya los paréntesis, ejem, ja ja.) que han superado, están en ello; y por qué no, también tiraron la toalla porque no se vieron capaces de seguir peleando (aunque, yo no piense hacerlo, son mis amigos) a pesar de tener familia, amigos, trabajo, gente que amar y que te quieren; la enfermedad y el dolor, acaban con el ser humano, no sirve de nada engañarse. Todo acaba tirado por la borda, en un profundo acantilado. Cada uno lleva su historia como puede, mis amigos no tienen superpoderes desde luego; y los hay que se escudan en pastillas, en el alcohol, escudándose detrás de una máscara. Pelear es muy duro, cansado, al igual que pensar. Pero tengo muy claro, quién sigue ahí parapetado; encerrado en la concha: MI AMIGA/O.

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