ESTIRAMIENTOS
(Stretchting)
INTRODUCCIÓN
El cuerpo acaba cansándose del letargo y
las labores sedentarias, y nos pide flexibilidad. Pero la vida cotidiana, a
muchas personas que tienen esa necesidad, les obliga a planificar dos o tres
sesiones semanales de ejercicio, y el resto del día lo ocupa en actividades
sedentarias: sentarse, conducir, caminar poco…
También, la anatomía humana experimenta
cambios durante las distintas etapas vitales, hasta llegar a la vejez; y aunque
en gran parte conforman la fisiología natural del ser humano, se le añaden las
tensiones físicas y psíquicas, los sobre-esfuerzos:
- los músculos
acortan la longitud de sus fibras y se vuelven rígidos.
- las
articulaciones pierden lubricación y flexibilidad.
- el rango de
movimientos se reduce.
- la columna
vertebral se va sobrecargando.
- las zonas
delicadas del cuerpo, por la situación que las haya provocado; se vuelven
más sensibles y provocan dolor con facilidad.
¿Podemos hacer algo ante esto?, ¿se
puede detener, mejorar o incluso invertir dicho proceso?
La respuesta es sí, con consciencia,
constancia y paciencia.
Al realizar deporte o ejercicios de
forma habitual, no somos conscientes de la que tensión que se crea; que se
acumula en músculos y articulaciones. Cuando tenemos momentos de descanso, no
nos preocupamos de cómo nos sentados, como caminamos, dormimos, etc.
También vivimos en una sociedad, que nos
inculca la obtención de resultados casi inmediatos. Esto origina más tensión,
estrés, o desánimo al no obtener resultados en breve tiempo.
Se hace imprescindible, que hagamos caso
al cuerpo que siempre nos avisa, si somos observadores y cuidadosos con él.
Deberemos trabajar con perseverancia, relajadamente, sin luchar contra nosotros
mismos, ni sobrepasar los límites personales. No olvidando que cada persona es
irrepetible, única y especial; y lo que a la gran mayoría le puede resultar
beneficioso, a otra le provoca disconfort.
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