domingo, 6 de diciembre de 2015

VIVIR CON LAS CRÍTICAS (1). SOBREVIVIR AL ESTRÉS, A LA ANSIEDAD Y A LA DEPRESIÓN


VIVIR CON LAS CRÍTICAS (1). 

SOBREVIVIR AL ESTRÉS, A LA ANSIEDAD Y A LA DEPRESIÓN


              No hace mucho, llegó a mis manos (bueno, a la pantalla del ordenador, la verdad…) una publicación en un blog, que hablaba con un punto bromista; de esa especie de leyendas urbanas con las que se representan como son, los habitantes de distintos países. A los españoles nos tocaba ser envidiosos y criticones.

críticas, estrés, ansiedad, estrés, depresión, nervios, hábitos

         Así que por qué no hablar sobre las críticas, pero sobre todo de la forma de gestionarlas. En otras entradas, ya han salido de forma transversal; así que hoy vamos a incidir algo más en ellas.

         ¿A quién no le cuesta recibir una crítica? ¿Alguien no ha hecho una crítica alguna vez?

         El acto de criticar, es un "hábito" extendido; al que damos un cierto carácter peyorativo ya que por regla general, predomina la vertiente destructiva más que la constructiva. Además, muchas veces criticamos de forma automática, sin pensar en profundidad qué es lo que estamos criticando. No obstante, también algunas críticas no son nada negativas; por lo que bien valoradas y entendidas, son útiles para aprender y mejorar.

         Algunas veces nos quedamos paralizados ante esas invectivas, sorprendidos por su interés en hacer daño; o porque vienen dirigidas desde personas que no esperábamos. Nos quedamos pasmados, e incluso además de provocarnos un estado mental de sorpresa, aturdimiento, de ataque; que provocan también reacciones físicas.

         Todos conocemos que en esto de la crítica hay distintos escalones. Cualquiera de nosotros tiene un vecino o vecina "criticón" cuya vida debe ser tan aburrida y triste, que sólo le queda meterse en la de los demás. Algunas veces, recibimos críticas disfrazadas de bromas de algún conocido puntilloso. Incluso, soportamos estoicamente algunas diatribas, ya que ni siquiera disponemos de la mínima oportunidad de contestación; como cuando un jefazo en el trabajo la suelta (o nos callamos o podemos acabar en el paro…), o si somos estudiantes ante algunos profesores.

         Así que podemos distinguir entre críticas, las que realmente pueden aportarnos algo y las que no. Todas influyen, aunque nos empeñemos en decir por ejemplo, que todo eso que dice el vecino criticón nos importa poco. Producen malestar, ya que si no fuera así, ni siquiera haríamos ni esa mínima mención. A veces las críticas las tomamos mejor o peor dependiendo de las personas que nos las hacen. No es lo mismo recibirlas de un ser querido que de un compañero de trabajo, un jefe o un simple conocido. Y no voy a meterme en el complicado campo de la teoría de las murmuraciones, cuando alguien nos dice que otra persona ha hecho una crítica sobre nosotros; o que ha oído a un amigo que le han dicho… Pero lo que no debemos olvidar es que vengan de quien vengan, existen varias formas adecuadas de recibirlas.

         ¿Cómo distinguir, aceptar y responder de forma adecuada a las críticas para que se conviertan en algo positivo?

         Lo importante es que no nos afecten en exceso y que no dañen nuestra autoestima. Independientemente de que nuestras relaciones con los demás sean buenas o malas, lo normal es que recibamos críticas de todos los tipos. Es parte de la vida.  

críticas, estrés, ansiedad, estrés, depresión, nervios, hábitos


         Es importante manejar adecuadamente estas situaciones para evitar tener reacciones exageradas, que lo único que hacen es entorpecer nuestras relaciones con los demás y con nosotros mismos. Pensemos que si nos ofuscamos, perdemos parte de la capacidad de pensar, racionalizar y valorar posibilidades. Hay personas, con niveles bajos de autoestima que tienden a malinterpretar las críticas, a percibir como un ataque cualquier comentario. Se vienen abajo ante cualquier reproche, les cuesta hacer frente a cualquier sugerencia... y, por consiguiente, responden de forma inadecuada.


Unas veces responden devolviendo la crítica y descalificando al que la imparte, y otras se limitan a aceptarla con resignación y sentimientos de culpabilidad y tristeza. No disponen de una mínima capacidad de discernimiento sobre el grado de malignidad del comentario y/o situación. No entienden que todos nos podemos equivocar, y que de esos errores podemos aprender y mejorar.                                                
               Seguiremos en la siguiente entrada.......



OTRAS ENTRADAS:

http://artesanocuerpomente.blogspot.com.es/2014/12/el-factor-humano-sobrevivir-al-estres-y.html

http://artesanocuerpomente.blogspot.com.es/2013/08/mapa-de-los-puntos-reflejos-en-las.html


No hay comentarios:

Publicar un comentario