MASAJE PARA BEBÉS


QUIROMASAJE EN BEBÉS. UNA
AGRADABLE MANERA
DE RELACIONARNOS CON
NUESTROS HIJOS.
               Un bebé recién nacido no tiene conciencia del propio cuerpo, no sabe dónde empieza, ni dónde acaba. Desconoce si tiene brazos, piernas o cara. A través del tacto, el olfato, el oído y la vista; se descubrirá a sí mismo y lo que hay a su alrededor. A través del ambiente, recibe multitud de estímulos que favorecen su maduración y evolución. 
        Una escasez de estímulos provoca retrasos en el aprendizaje y el desarrollo. ¿Tenemos a nuestro alcance algún medio para aumentar esa estimulación, barato, sencillo, agradable para bebés y para sus progenitores, que establezca lazos fuertes y encima sea divertida?
Si, un buen masaje.





           El sentido común, y muchos estudios, revelan los beneficios de un contacto afectivo, como fundamental en los primeros años de vida. También señalan los desafortunados resultados, cuando faltan estos cuidados.

              Los bebés prematuros que han recibido las ventajas del contacto, con padres, o simplemente con el personal que les atiende; aumentan más de peso que los que no lo han recibido y mejoran su desarrollo, tanto físico, neurológico, psíquico y social.

              Está indicado como prevención en casos de niños maltratados o con riesgo de serlo. Padres y madres con niños discapacitados, encontrarán en el masaje infantil una forma más cariñosa de comunicarse con ellos, además de fomentar su desarrollo. En casos de niños hospitalizados, el masaje infantil acelera el proceso de curación.
               Cualquier padre o madre, debe velar por hacer inmejorables los factores externos que favorecen el desarrollo general de niñas y niños. Factores, como son la alimentación, afectividad y estimulación
              El lenguaje de los bebés, está compuesto de movimientos, gestos, llantos, gorjeos, que nos comunican cómo se siente y lo que necesita. Si convertimos el masaje en una especie de juego, ayudamos a nuestros hijos a desarrollar capacidades intelectuales, afectivas y motrices.


      El contacto corporal es básico para su futuro. No se debe prescindir de besos, caricias. Recibe la influencia de las personas que le rodean, pero él a su vez ejerce sobre ellos una influencia modificadora.