lunes, 13 de octubre de 2014

CADA TIPO DE PERSONALIDAD NECESITA UNA MEDITACIÓN. (2) ESTRÉS, ANSIEDAD, RELAX.

CADA TIPO DE PERSONALIDAD NECESITA UNA MEDITACIÓN. (2) 

estrés, meditar, ansiedad, relajación, relax

ESTRÉS, ANSIEDAD, RELAX.


            Completamos la anterior entrada sobre la meditación, como veréis cada personalidad, puede beneficiarse de ella; como filosofía de vida y evitar el estrés y la ansiedad.

  • Meditación sonora para la gente de la ciudad.
                Es una forma muy sencilla para comenzar a meditar, en particular si vivimos en una ciudad ruidosa; si tenemos niños, familia, o queremos meditar en el trabajo.

                Tenemos que dejarnos envolver por los sonidos que nos rodean, en lugar de tratar de evadirnos de ellos. Queremos  lograr una sensación de calma, control y equilibrio; con el entorno. Nos sentaremos lo más cómodamente posible (si podemos, claro; en otras posiciones también es posible). Podríamos aprovechar por ejemplo, cuando hacemos trayectos en tren o autobús; cuando nos desplazamos al trabajo. Esos momentos, son ideales para practicar esta técnica.
                Cerraremos los ojos, respiraremos suave y profundamente; relajaremos los hombros. Estaremos atentos a  cualquier sonido. Llevando nuestra atención a las voces de los vecinos, los crujidos del suelo; el ruido del tráfico. Escucharemos todos estos sonidos con atención, lo que pretendemos es que el cuerpo también "escuché" esas vibraciones, esos sonidos por dentro.

                Trataremos de sentirlos dentro de nosotros, visceralmente; no de forma emocional. Si acuden pensamientos a la cabeza, los dejaremos ir; y volveremos a concentrarnos en los sonidos, en lugar de luchar contra el ruido.  Nos envolveremos en él, y dejaremos que entre dentro de nosotros en ese presente. Nos mantendremos quietos, permitiendo que la mente descanse; unos 15 minutos.

  • Personalidades inquietas: meditar andando.
                Esta forma de meditar es específica para las personas, que creen que no pueden estar concentrado y en silencio mucho tiempo. Para esas personas que creen, que meditar es imposible; para alguien tan nervioso e inquieto como él.

                La realizamos paseando. Es ideal para las personas muy inquietas, que no pueden quedarse quietas; en un mismo sitio más de un minuto.
                Buscaremos un espacio abierto, diáfano, en  casa, en una calle tranquila; en un parque. Elegiremos un punto inicial y otro final, que disten entre sí más de 20 pasos. Dejaremos que los brazos cuelguen libremente, de forma muy pesada. Enlazaremos ligeramente las manos por delante, mirando al frente y un poco hacia abajo.

                Comenzaremos a caminar, desde el punto inicial hasta el final; tan despacio como podamos. A cámara lenta, cada paso debería llevarnos de 5 a 10 segundos como mínimo. Todos los movimientos serán lentos, muy lentos; por lo que puede resultar difícil al principio. Para conseguirlo, centraremos la atención en los pasos y tendremos paciencia; toda la paciencia de la que seamos capaces. Cuando llegues al paso final, da la vuelta lentamente y dirígete al punto de salida.

                Con esta forma de meditación, son necesarios por lo menos 20 minutos al día; para que la mente sea capaz de meditar. Para que tenga tiempo de apaciguarse totalmente, y el cuerpo se beneficie de ese efecto.


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