domingo, 27 de diciembre de 2015

NUESTRAS DESMOTIVACIONES (2) SOBREVIVIR AL ESTRÉS Y A LA ANSIEDAD.


NUESTRAS DESMOTIVACIONES (2) 


SOBREVIVIR AL ESTRÉS Y A LA ANSIEDAD.


 En la anterior entrada, ya hace unos días, compartíamos otro de esos post, en el grupo de Facebook "Filosofía Héroes del Pensamiento".....                                                                          
                                          
         Estos días he andado repasando algunas cosillas relacionadas con la motivación y la desmotivación, así que vamos a compartir algunas palabras relacionadas; conclusiones que he entresacado de distintos expertos en el tema. En la anterior entrada ya habíamos valorado alguna situación así que sigamos:

Viene de la entrada anterior....

         Podemos continuar por el cansancio. Al plantearnos una meta sentimos una especie de euforia que nos brinda energía, que por regla general al comenzar a "subir la pendiente" comienza a faltar. Si además, nos hemos planteado varias metas al mismo tiempo, este cansancio puede ser más llamativo. Se trata de una extenuación a nivel mental y físico, que nos desmotiva y provoca ganas de abandonar. Es una situación muy común cuando no alcanzamos los objetivos tan rápido como pensábamos, o cuando la tarea (o tareas, que a lo mejor hemos acaparado demasiado) demanda más energía y recursos de los que habíamos presupuesto. Pero no hay que tirar la toalla, la fatiga, cansancio y agobio son respuestas humanas normales, en los esfuerzos sostenidos. Hay que tomarse un respiro, no abandonar; cambia de actividad un tiempo, lo justo para reencontrar el interés y empuje, desde otra perspectiva. Incluso con nuevas ideas y hasta más fuerza, por qué no.

 
resilencia, salutogénesis, positividad, estrés, ansiedad, depresión, relax, desmotivaciones


         Sigamos por el miedo. Los cambios, las novedades nos plantean cierta inquietud. Aunque tomemos una decisión, explorar un territorio nuevo, en gran medida desconocido; nos impone bastante. Tenemos que salir de nuestro "territorio", de nuestra zona confortable y exponernos fuera de ella, a algo en parte desconocido. Es humano tener cierto resquemor, respeto y miedo. Podemos sentir incertidumbre, dudas, puede colocar trabas en el camino (casi siempre irreales, son un mecanismo de defensa para promover la seguridad). También en cierta medida es beneficioso ya que nos hace avanzar con cautela. Pero si esa sensación es superior al entusiasmo motivador, no daremos el primer paso hacia la meta. Siempre es recomendable descubrir esos miedos, ponerles un nombre. Reconocerlos ya les resta influencia. Si planeamos pequeños pasos, tendremos menos tensión que sin son grandes; con estos últimos es más fácil tener la sensación de perder el control.

         Otra situación a tener en cuenta, es que no exista algún conflicto de valores. Me explico, todos disponemos de una serie de valores que nos definen como personas. Si nos vemos obligado a renunciar a alguno de ellos, a algo que nos identifica; sufriremos una lucha de fuerzas contrarias, viviremos una contradicción. El "yo interno" se remueve, y utiliza la estrategia para desmotivarnos, y desistir en el intento. Como con los miedos, es necesario ser conscientes de qué valores están provocando la confrontación. Si realmente son los que quieres para definirte como individuo. Puede ser útil imaginar o visualizar cómo nos sentiríamos si consiguiéramos la meta, olvidándonos de esos costes. Determinaremos qué es más importante para nosotros y, en base a ello, mantendremos el rumbo o cambiaremos la dirección.

         Vamos terminando, acabemos con los desafíos; que son fundamentales para mantener viva la motivación. Un reto es una chispa que nos empuja a ir más allá. Mantener ese hálito en cierta medida, ayuda a no desfallecer en el camino. No olvidemos que en muchas ocasiones, si queremos lograr un objetivo; no todas las tareas son divertidas ni agradables, por lo que es necesario ese motor motivador. Nunca está de más plantearse nuevos desafíos, encontrar diferentes formas de hacer algunas tareas más o menos aburridas. Un pequeño cambio, puede marcar la diferencia; y hay distintos caminos para llegar a un punto, y no siempre la línea recta es el camino más corto. Hay que buscar actividades que nos inspiren y que sean un reto para nosotros. 


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