"TÚ SÍ, TÚ. TE DIGO A TÍ"...
ESTRÉS, ANSIEDAD, DEPRESIÓN.
MASAJE CEREBRAL
Esta entrada también la publiqué en el grupo "Héroes del Pensamiento", en Facebook. Pretende motivar a las personas que tienen ansiedad, depresión y estrés.
¡Pssschtsss! !Eh, perdona¡ ¡Eh, sí, a tí!
¡Sí!
¡A ti, te estoy hablando a ti!
Vamos
a hablar claro. Mírame, mira fijamente a mis ojos.
¡Ya
está bien! Venga. Sí, sí. Me dirijo a ti
. No bajes la mirada, mírame a la cara. Quiero ver tu cara y que veas la mía.
"Nadie
puede mostrar una cara para sí mismo y otra para los demás durante mucho tiempo
pues acabará sin saber cuál es la verdadera".
Nathaniel
Hawthorne.
Vale que estés fastidiado. Vale que estés
harto. Vale que estés muy cansado. Vale que necesites que te echemos una mano
en todo.
Pero piensa, en este momento; aquí y
ahora ¿quieres estar así? ¿quieres
seguir así? ¿quieres ser otra persona que no eres?
¡No!
¡No! Para nada quieres estar así. Quieres volver a ser la persona que
eras contigo y con los demás. No me digas que como te sientes ahora por dentro,
es lo que quieres para el resto de tu vida. ¡Ja! Te conozco, sé como eres.
¡Hablemos claro!
Majete, sé que a lo mejor no soy el mejor
ejemplo.
Al igual que tú, puedo estar estresado,
deprimido, cansado y harto. A lo mejor no soy la persona más indicada para
decirte esto. Incluso puede ser, que en tu estado, creas que te importa un
pito.
Porque eres muy importante. Y porque
decirte esto, a mí también me puede ayudar; egoístamente...
Ya sé. Conozco, siento; que hay días que
no me levantaría de la cama. Todo me aburre, me siento mal; cansado, triste.
Vacío, vano; como si estuviera muerto.
Hay días que todo el mundo está contento
y parecen felices, que celebran fiestas; incluso algo hipócritamente. A mí,
sólo me suponen más tristeza. Unas veces, río sin causa aparente; en otras
lloró. Discuto por la cosa más nimia, en cambio; cosas verdaderamente
importantes, me traen al pairo.
Incluso lavarme, vestirme, comer,
peinarme; se convierten en un suplicio. En algo tremendamente cansado, que no
me apetece. Por eso te digo, que igual que lo que sientes tú; también puedo
sentirlo yo. Incluso, puedo vivirlo más; porque, además de lo que siento; te
veo a ti. Y eso hace que mis sentimientos se multipliquen, incluso
exponencialmente; y las sensaciones, sean más presentes; más nítidas. Cada uno
tiene su carácter, cada uno sufre de distinta manera lo que vive.
Así que te voy hablar claro. No te
regaño, porque también lo haría conmigo.
He decidido decirte que te quiero; y he
decidido comunicarte mis necesidades.
Estás estresado, deprimido. Aquí y ahora.
Y ya está bien.
Hemos tocado fondo. Ahora hay que dar esa
patada de nadador, que en el fondo del mar profunda; que nos va impulsar, a
volver a la superficie. Aquí no se ahoga nadie, porque en resumen ninguno
queremos. Simplemente tenemos que decidir, que tenemos que dar esa patada; que
ha llegado el momento. Porque queremos volver a ser nosotros. Queremos ser
libres. Queremos volver a disfrutar de la vida. A sonreír al Sol cada mañana
mientras respiramos el aire fresco cargado de rocío y ozono.
No sé tú, pero yo desde luego; he tomado
la decisión. Quiero solucionar este problema, o poder vivir con esta historia
sin que me amargue la existencia.
¡Habla
conmigo!
Y no te niegues a ti mismo. No te pido
que me sueltes ese rollo, que te has aprendido de memoria; y repites como una
letanía vana. Quiero que aunque sólo sea
una palabra, un gesto, una mirada; una caricia, sirva para que expreses cómo te
sientes.
Intenta ser quien eres realmente. Y date
cuenta de quien no eres.
Los demás esperan algo de ti, pero en
este momento quiero; que te olvides de sus expectativas, de las mías; que te
cansan y crean tanta tensión.
Puedes expresarte de cualquier manera. Sé
que te cuesta, y sé que esta dificultad para expresar lo que sientes; aumenta
la ansiedad, el estrés por el que estás atravesando. Pero estoy convencido, de
que el divorcio; entre los verdaderos sentimientos y motivaciones, será más
grande; cuanto mayor sea la distancia, entre el que eres y el que deberías ser.
Esa persona que valoro. Esa persona que me importa. Esa persona que quiero.
En el fondo no pasas, no eres un pasota;
ni contigo ni con los que te rodean. Sé que esa máscara que te pones, con la que
parece que nunca te enfadas; hace que en situaciones sin venir a cuento, estalles;
discutas. Y que esa incapacidad que tienes para expresar tus necesidades, a veces
te hace llorar; con razón, o sin ella; en momentos señalados o no. También sé
que ese ténue velo que empaña el brillo de la mirada, esa especie de rictus que
llamas sonrisa; esa cara inexpresiva, en fín; todo eso es la máscara impostada
que te atormenta.
Seguiré en próximas entradas....
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