domingo, 22 de junio de 2014

RECORDANDO EL MENSAJE DEL VÍDEO DEL PERRO NEGRO DE LA OMS...


RECORDANDO EL MENSAJE DEL VÍDEO DEL PERRO NEGRO DE LA OMS...
MASAJE CEREBRAL
YO TENÍA UN PERRO NEGRO:

Video psicoeducativo de la OMS sobre Depresión - Traducción del Instituto de Terapia Cognitiva Conductual (ITCC Argentina - www.itccargentina.com.ar).




Yo tenía un perro negro, su nombre era depresión.
Cada vez que el perro negro aparecía, me sentía vacío; y la vida pareció detenerse sin ninguna razón.
En cualquier momento podía sorprenderme con su visita.
El perro negro me hacía parecer y sentir más viejo de lo que era.
Cuando el resto del mundo, parecía estar disfrutando de la vida; yo sólo podía verla, a través del perro negro.
De repente las actividades que normalmente me provocaban placer ya no me interesaban.
Le gustaba arruinarme el apetito.
Masticaba mi memoria y mi habilidad para concentrarme.
Si quería hacer algo, o ir a algún lado con el perro negro; necesitaba una fuerza sobrehumana.
En situaciones sociales, él podía olfatear y darse cuenta de mi confianza y ahuyentarla.
Mi mayor temor era que me descubrieran, me preocupaba que la gente me juzgará.
Debido a la vergüenza y al estigma del perro negro, yo estaba constantemente preocupado que me descubrieran.
Por lo que invertía una gran cantidad de energía, en ocultarlo; mentir para ocultar tus emociones es agotador.
El perro negro podía hacerme pensar y decir cosas negativas.
Podía transformarme en una persona irritable, y hacer difícil para los demás estar cerca mío.
Podía llevarse mi amor y enterrar mi intimidad.
Tener un perro negro en tu vida, no se trata de sentirte un poco abatido o triste..;  sino de sentirte totalmente desprovisto y vacío de sentimientos.
A medida que fui creciendo, el perro negro se hizo más grande y comenzó a estar alrededor mío todo el tiempo.
Intentaba ahuyentarlo con cualquier cosa que yo pensaba, que lo haría irse corriendo .
Pero con mucha frecuencia, él me caía encima y salía airoso; decaer se hizo más fácil, que levantarse de nuevo.

estres, depresión, ansiedad, relajación, relax.

Así que me hice bastante bueno en auto-medicarme, lo que realidad nunca me ayudó.
Al final me sentí totalmente aislado de todo y de todos.
El perro negro había por fin logrado secuestrar mi vida.
Cuando se pierde toda la alegría en la vida, uno comienza a preguntarse qué sentido tiene.
Afortunadamente, ese fue el momento en el que busque ayuda profesional.
Ese fue el primer paso hacia la recuperación, y un importante punto de inflexión en mi vida.
Aprendí que no importa quién seas, el perro afecta a millones y millones de personas; es una cuestión que le puede tocar a cualquiera.
También aprendí, que no existe una bala de plata o una píldora mágica.
La medicación puede ayudar a algunos, mientras que otros; necesitan un enfoquecompletamente diferente.
También aprendí, que el ser emocionalmente genuino y auténtico; con los que están cerca de ti, puede ser un poderoso elemento de cambio.
Lo más importante es que aprendí a no tener miedo del perro negro, y hasta le enseñé; algunos trucos nuevos por mi cuenta.
Cuanto más cansado y estresado, tú estás; más alto ladra, por lo que es importante aprender a calmar y relajar tu mente.
Está probado clínicamente, que el ejercicio regular puede ser tan efectivo para tratar la depresión leve, como los antidepresivos.
Lleva un diario sobre tus estados de ánimo, el anotar tus pensamientos en un papel; puede ser catártico, y a menudo ayuda a ver con más claridad.
También mantén un registro de las cosas, por las que debes estar agradecido.
Lo más importante para recordar es que no importa cuán seria, se ponga la situación. Si tomas los pasos adecuados, y hablas con la gente adecuada; los días del perro negro pasarán.
No voy a decir que estoy agradecido al perro negro, pero él ha sido un maestro increíble.
Me obligó a reconsiderar y simplificar mi vida, aprendí que más que huir de los problemas, es mejor abrazarlos.
El perro negro va ser siempre parte de mi vida, pero ya no volverá a ser la bestia que era.
Tenemos un acuerdo.
A través del conocimiento, la paciencia, la disciplina; y el humor, aprendí que se puede curar al peor perro negro.
Si estás en dificultad, nunca tengas miedo de pedir ayuda.

No hay absolutamente nada de qué avergonzarse, la única vergüenza es perderse en la vida. Depresión, pide ayuda; aceptala.


                            

No hay comentarios:

Publicar un comentario