
RECORDANDO EL MENSAJE DEL VÍDEO DEL PERRO NEGRO DE LA OMS...
MASAJE CEREBRAL
YO TENÍA
UN PERRO NEGRO:
Yo tenía
un perro negro, su nombre era depresión.
Cada vez
que el perro negro aparecía, me sentía vacío; y la vida pareció detenerse sin
ninguna razón.
En
cualquier momento podía sorprenderme con su visita.
El perro
negro me hacía parecer y sentir más viejo de lo que era.
Cuando el
resto del mundo, parecía estar disfrutando de la vida; yo sólo podía verla, a
través del perro negro.
De
repente las actividades que normalmente me provocaban placer ya no me
interesaban.
Le
gustaba arruinarme el apetito.
Masticaba
mi memoria y mi habilidad para concentrarme.
Si quería
hacer algo, o ir a algún lado con el perro negro; necesitaba una fuerza
sobrehumana.
En
situaciones sociales, él podía olfatear y darse cuenta de mi confianza y
ahuyentarla.
Mi mayor
temor era que me descubrieran, me preocupaba que la gente me juzgará.
Debido a
la vergüenza y al estigma del perro negro, yo estaba constantemente preocupado
que me descubrieran.
Por lo
que invertía una gran cantidad de energía, en ocultarlo; mentir para ocultar
tus emociones es agotador.
El perro
negro podía hacerme pensar y decir cosas negativas.
Podía
transformarme en una persona irritable, y hacer difícil para los demás estar
cerca mío.
Podía
llevarse mi amor y enterrar mi intimidad.
Por sobre
todas las cosas, él amaba despertarme; con pensamientos sumamente repetitivos y
negativos.
Tener un
perro negro en tu vida, no se trata de sentirte un poco abatido o triste..; sino de sentirte totalmente desprovisto y
vacío de sentimientos.
A medida
que fui creciendo, el perro negro se hizo más grande y comenzó a estar
alrededor mío todo el tiempo.
Intentaba
ahuyentarlo con cualquier cosa que yo pensaba, que lo haría irse corriendo .
Pero con
mucha frecuencia, él me caía encima y salía airoso; decaer se hizo más fácil,
que levantarse de nuevo.
![]() |
estres, depresión, ansiedad, relajación, relax. |
Así que
me hice bastante bueno en auto-medicarme, lo que realidad nunca me ayudó.
Al final
me sentí totalmente aislado de todo y de todos.
El perro
negro había por fin logrado secuestrar mi vida.
Cuando se
pierde toda la alegría en la vida, uno comienza a preguntarse qué sentido tiene.
Afortunadamente,
ese fue el momento en el que busque ayuda profesional.
Ese fue
el primer paso hacia la recuperación, y un importante punto de inflexión en mi
vida.
Aprendí
que no importa quién seas, el perro afecta a millones y millones de personas;
es una cuestión que le puede tocar a cualquiera.
También
aprendí, que no existe una bala de plata o una píldora mágica.
La
medicación puede ayudar a algunos, mientras que otros; necesitan un enfoquecompletamente diferente.
También
aprendí, que el ser emocionalmente genuino y auténtico; con los que están cerca
de ti, puede ser un poderoso elemento de cambio.
Lo más
importante es que aprendí a no tener miedo del perro negro, y hasta le enseñé;
algunos trucos nuevos por mi cuenta.
Cuanto
más cansado y estresado, tú estás; más alto ladra, por lo que es importante
aprender a calmar y relajar tu mente.
Está
probado clínicamente, que el ejercicio regular puede ser tan efectivo para
tratar la depresión leve, como los antidepresivos.
Lleva un
diario sobre tus estados de ánimo, el anotar tus pensamientos en un papel;
puede ser catártico, y a menudo ayuda a ver con más claridad.
También
mantén un registro de las cosas, por las que debes estar agradecido.
Lo más
importante para recordar es que no importa cuán seria, se ponga la situación. Si
tomas los pasos adecuados, y hablas con la gente adecuada; los días del perro
negro pasarán.
No voy a
decir que estoy agradecido al perro negro, pero él ha sido un maestro
increíble.
Me obligó
a reconsiderar y simplificar mi vida, aprendí que más que huir de los problemas,
es mejor abrazarlos.
El perro
negro va ser siempre parte de mi vida, pero ya no volverá a ser la bestia que
era.
Tenemos
un acuerdo.
A través
del conocimiento, la paciencia, la disciplina; y el humor, aprendí que se puede
curar al peor perro negro.
Si estás
en dificultad, nunca tengas miedo de pedir ayuda.
No hay
absolutamente nada de qué avergonzarse, la única vergüenza es perderse en la
vida. Depresión, pide ayuda; aceptala.
No hay comentarios:
Publicar un comentario