viernes, 6 de septiembre de 2013

CABEZA, CARA-------------MASAJE PARA BEBÉS


CABEZA, CARA-------------MASAJE PARA BEBÉS

                  Después del primer mes de vida, de forma suave, podemos realizar círculos en la cabeza con las palmas de las manos.

Incluso antes, si somos conscientes de que los huesos, del cráneo del bebé todavía no están fijos, y entre ellos existen diversas separaciones (las fontanelas), por lo que no aplicaremos ninguna presión en la fricción.




                              Podemos pasar las yemas de nuestros dedos por sus mejillas, hasta llegar a la zona de las orejas. Nos detendremos en ellas, acariciándolas, siguiendo con los dedos las sinuosidades.
Seguiremos por las cejas y la frente en dirección a las sienes. Nos detendremos en sus párpados, donde realizaremos pequeños movimientos circulares muy suaves (si el bebé no está cómodo, abreviaremos).

                        Con los pulgares bajaremos por la nariz y a ambos lados de ella. Un buen masaje, que descienda desde las cejas, hasta las aletas nasales, conseguirá, si el bebé está resfriado; que las secreciones (los mocos) salgan mejor.
Estiraremos los labios con los pulgares,
como si el pequeño o pequeña, estuviera sonriendo, como si quisiéramos dibujar una sonrisa en su rostro. Para acabar, con las palmas y toda la mano extendida, podemos acariciar la cara. También podemos hacer círculos breves, sin  presionar.
                                  Debemos mencionar, también, que dentro de nuestra cultura occidental, recogida por el saber popular y, casi siempre manifestada, por las personas mayores; que la cabeza es otra parte anatómica, del cuerpo de los bebés, a la que siempre se ha recomendado masajear, por la famosa “costra láctea”. Es una especie de descamación del cuero cabelludo, que suele aparecer en la gran mayoría de lactantes. En casos extremos, no sólo hay descamación; también se presentan verdaderas placas.

No son síntoma de enfermedad, en casi todos los casos, es al contrario. Es síntoma de salud. Pero a nivel estético, parece mal, que un bebé bien aseado y cuidado, tenga “caspa”. 

              Una fricción o masaje del cuero cabelludo,
con un buen aceite de oliva virgen, antes del baño. O aprovechando éste, un aceite de baño; suelen mejorar mucho la situación (es importante recordar, que estos últimos aceites hay que utilizarlos, con la piel de la niña o niño húmeda, nunca en seco).  En casos muy extremos, el personal sanitario puede recomendar vaselina hidrófila, o alguna crema o fórmula magistral, si existe alguna patología. Por eso, en estos casos, se recomienda acudir a ellos, en busca de consejo.

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