sábado, 13 de julio de 2013

EL TRANCE HIPNÓTICO

EL TRANCE HIPNÓTICO


                Un trance hipnótico es un estado fisiológico natural frecuente. Se da a diario. 


            Consiste fundamentalmente en que nuestra atención queda focalizada hacia nuestros procesos interiores como la corporalidad, temperatura, así como imágenes en forma de recuerdos, visualizaciones, fantasías, dialogo interno o sencillamente focalizada hacia una situación u objeto en particular que absorbe totalmente nuestra atención en el medio exterior: una persona, un objeto que nos deja absorto, como decía Milton Erickson: “El trance es un estado común y natural”. 

             Fue el Dr. Ernest Rossi, reconocido investigador de la conexión mente- cuerpo, el que define el trance como un proceso fisiológico que posee unos ritmos llamados por él ultra circadianos, que se dan cada 90 a 120 minutos con una duración que puede variar entre 2 a 15 minutos dependiendo de la persona.

                  Lo más importante es que podemos usar nuestros trances fisiológicos para el trabajo con la auto hipnosis, para el desarrollo de nuestra creatividad, el manejo del estrés, el uso de la hipno-analgesia a través del uso de guiones de manera cómoda. 

                     Ésta concepción es totalmente alejada de la visión errada de ver la hipnosis en medio de un circo, lo que hace una distorsión lamentable del trabajo que realizan a diario miles de hipnoterapeutas clínicos en todo el mundo. Un trance hipnótico lo experimentamos a diario, muchas veces al día; en situaciones como:
  • Un baile.
  • Durante un viaje.
  • Durante un romance.
  • Una película.
  • Conduciendo.
  • Pintando.
  • Absorto leyendo un libro.
  • En una discusión muy fuerte.
  • Durante el acto sexual.
  • En un concierto de música.
  • En esa duermevela previa al sueño, en la que somos absolutamente conscientes de todo lo que nos rodea pero sabemos que vamos a dormirnos.
                  Mucho antes de que el hombre creara formas complejas del lenguaje verbal, en noches tribales de estrellas, en círculos alrededor del fuego los primeros mitos y metáforas comenzaban a poblar nuestros procesos inconscientes; ya las experiencias y los trances hipnóticos estaban presentes. En las culturas primitivas, desde los ritos iniciativos de los yanomamis en nuestra amazonia, pasando por los pueblos de la Columbia británica y sus rituales de adoración a sus tótem, los rituales de iniciación de los aborígenes australianos, las danzas en Bali, la peregrinación por Lourdes, manifestaciones como los impresionantes diablos danzantes de Yare, en Venezuela.


                       El trance como experiencia cotidiana individual o colectiva ha estado presente en nuestra cotidianidad. En ella, la figura del chaman como personaje que acompaña a esa persona, que muestra el camino en dichas experiencias de trance y estados alternativos de la mente; son también un tema universal en todas las culturas.

               A pesar de la moderna neurociencia, nuestros avances en equipos de exploración cerebral y los avances en psicofarmacología, el arquetipo ancestral del terapeuta, se mantiene a través del hilo conductor, como lo es el lenguaje creador y universal. No obstante, hoy en día, gracias a las distintas tecnologías, libros, vídeos, grabaciones de audio, sustituyen a "este acompañante" pero no de forma concluyente, la mayoría de veces.

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