EL DRENAJE LINFÁTICO MANUAL (DLM) 2--
--QUIROMASAJE
El objetivo final del drenaje linfático
es activar la circulación de la linfa, cuando existe un impedimento; para que no
se estanque ni se sature de sustancias de deshecho.
Este trabajo específico va dirigido, a
favorecer el paso de la linfa hacia los ganglios linfáticos regionales
superficiales; y de éstos, a grupos ganglionares más importantes. Hasta que finalmente
llegamos al llamado Términus, es decir, la terminal donde van a parar todos los
grandes vasos linfáticos del organismo; (conducto torácico tronco yugular
subclavio bronquial etcétera) antes de desaguar en el sistema venoso (confluencia
de las venas yugular interna y subclavia izquierda, en el lado izquierdo; y la
vena braquicefálica derecha, en el costado derecho); a nivel de las fosas
claviculares entre el cuello y el tórax.
Mediante la aplicación de este tipo de
drenaje, ejercemos una acción propulsante de la linfa. Hay que ejercer una
presión, mucho más leve que para un masaje normal. Que es la necesaria, para
combatir la presencia de edemas (hinchazones provocados por la infiltración de
líquido seroalbuminoso, en los espacios entre las células de los tejidos
orgánicos). En estudios posteriores se demostró que las manipulaciones de un
masaje, ejercido con una fuerza normal; ejercían demasiada presión, para que se
pudiera efectuar; una acción efectiva de drenaje y desagüe en los vasos
linfáticos.
En la mayoría de los casos es posible
tratar cualquier tipo de hinchazón o edema, aunque hay que tener en cuenta, que
existe acumulación de líquido; debido a causas que nada, tiene que ver con el
funcionamiento de los vasos linfáticos. En particular los debidos a una
insuficiencia cardíaca, o enfermedades renales; en las que se produce una gran
pérdida de albúmina por la orina. La masa de líquido estancada, suele acumularse
en las partes inferiores del cuerpo; como son las piernas y el bajo vientre. También
en casos en los que hemos pasado un estado infeccioso agudo, que inflama la
parte del cuerpo afectada y los ganglios linfáticos vecinos. Si utilizamos el
drenaje linfático manual de este tipo de hinchazones corremos, el peligro de
favorecer la difusión y movilización; de los gérmenes y toxinas, producidos en
el foco infeccioso.
Esta situación no es la misma, en
infecciones crónicas; aunque la infección permanece, ha perdido virulencia. Favorecer
más el drenaje de la linfa por los ganglios, promueve la respuesta del
organismo; y va a resultar especialmente positiva.
Así fue precisamente, masajeando
suavemente de forma intuitiva; los ganglios endurecidos del cuello, en personas
aquejadas de infecciones crónicas de las vías respiratorias superiores; cómo se
descubrió el drenaje linfático manual, y se sentaron las bases de este método
terapéutico.
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